Donaldo y el hundimiento europeo

La presidencia del idiota estadounidense, Trump, está mostrando todavía más claramente las costuras de Europa




Hoy en día hablar de Europa es hablar de un continente en decadencia, de lo que pudo ser, fue, pero ya dejó de ser. La caída de los servidores de Amazon, que conforman un tercio del total de la nube de internet, ha demostrado una vez más que Europa es el nombre de un conglomerado de clientes que ni pincha ni corta a nivel internacional. Nuestra dependencia del exterior, y en concreto del impredecible e inestable amigo americano, es total. 

De momento conservamos el derecho a la pataleta, pero si las cosas continúan evolucionando como hasta ahora, cabe preguntarse durante cuánto tiempo. Lo más vergonzoso del asunto creo que es que haya sido la presidencia de un tipo tan ridículo, pretencioso e idiota como Donald Trump, la que ponga la puntilla a las aspiraciones europeas.

Contemplando a algunos dirigentes rendir pleitesía al (ex)hegemón, representado actualmente por el tonel naranja, cualquiera podría pensar que están deseosos de visionar una nueva versión del vídeo que el ínclito  presidente dedicó a los millones de personas que se manifestaron pacíficamente contra él. Con la sutil diferencia de que en esta versión, el autoproclamado rey, descarga su pestilente carga sobre el continente europeo para deleite de propios y extraños. Me imagino al bueno de Mark(Rutte) recibiendo la ducha con indisimulado alborozo, previo agradecimiento al papi Trump. Parece que lo estoy viendo refiriéndole gozoso: ¡Buena mierda esta, papi Trump!

No era mi intención mencionar a la sabandija neerlandesa que preside la OTAN. Pero, como podéis comprobar, mis deseos son tan poco voluntariosos como mi pericia literaria. Podría argumentar que es que me obligáis, que yo no quería… Pero también podría simplemente no mencionarlo, lo que, a todas luces, sería menos divertido. Lo siento, me debo al título de este blog.

Pues eso, ya que estamos, continúo. ¿Se puede ser más odioso y pelota que Mark Rutte? A ver, si que se puede. Por desgracia, me vienen a la cabeza tres compatriotas que lo adelantan holgadamente por la derecha: Abascal, Aznar y Feijóo. Tres intelectos privilegiados a juzgar por ellos mismos. Tres pedazos de pretenciosos ridículos que tienen el cerebro justo para terminar el día, a ojos de la mayoría. Son como los tres mosqueteros, pero en versión de universo paralelo chungo.

En resumen, cuándo dejaremos de preguntarnos cuanto tiempo más van a tardar nuestros políticos, nuestros principales representantes, en hablar claramente con el tonel naranja, y enviarlo a tomar por dónde amargan los pepinos? ¿Tal vez solo estamos al comienzo de las humillaciones, y recuperar el derecho de pernada será el próximo movimiento del cheto estadounidense? ¿Cómo es posible que existan tantos imbéciles, como para considerar a personajes como Abascal o Alvise Pérez personas dignas de recibir un voto? Y la pregunta definitiva, la que resuelve todas las cuestiones formuladas y por formular, ¿Cabe un(a) tontx más en este planeta?



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