Búfalo Vil, con B de burricie y con V de vano

Búfalo Vil es una banda de componentes inciertos pero con un fin definido por el inefable escritor que escupe estas letras

La burricie, según la Real Academia de la Lengua, es la cualidad de burro, torpeza, rudeza. Así dice literalmente una entidad absolutamente desprestigiada, si consideramos que personas totalmente identificadas con el citado término, como Arturo Pérez Reverte, integran dicha institución. En todo caso, aunque no puedo asegurarlo, juraría sobre los cinco primeros discos de Black Sabbath, que la palabra la incorporó al torrente popular, el inmenso Francisco Ibáñez. 

El circunloquio es uno de mis deportes favoritos, porque además de mejorar el riego sanguíneo del cerebro, es un ejercicio que en raras ocasiones te hace sudar. Esto redunda en un menor uso de los diferentes productos de limpieza, tanto corporal como textil, que todos sabemos que son sumamente perjudiciales para el medio ambiente. Ergo, utilizando un típico ardid publicitario, el circunloquio es bueno para el medio ambiente. En fin, que dado mi apego a la defensa de la causa ambiental, lo practico con asiduidad y temeridad. Soy cincunloquista.


Por otro lado, algo vano es algo que irremediablemente no lleva a ningún lado, un camino sin destino, una canción sin mensaje, una política sin presupuesto, o un juez sin justicia, que, en una cruel broma del destino, se apellide peinado a pesar de su desastre capilar. Esta y no otra es la causa del ridículo comportamiento del jurista. Padre de una concejala del Partido Popular y acusado de actuar por motivación política, creo firmemente que este es un país de fariseos que gustan de cargar contra cualquiera sin pruebas que respalden sus acusaciones. El juez Peinado es una víctima, no un verdugo. Para mí es nítido y prístino el origen de su desgracia, lo que le motiva y empuja a actuar sin tino ni concierto. 

El cambio climático, amigos y amigas, no le den más vueltas. Esa azotea desprotegida, habitando una tierra como es el centro del universo de todas las españas, es la causa de su locura. El aumento de las temperaturas y de la exposición solar, debido al calentamiento global, es la causa última de su comportamiento. No busquéis tres pies al gato.

Viene a cuento toda esta introducción porque tanto la B de burricie, como la V de vano, me parecen letras que históricamente la R.A.E. ha utilizado para castigar, cuando no para confundir, a aquellos y aquellas que aspiramos a escribir conforme a sus normas. Ambas letras, de idéntico sonido a mi juicio, encabezan las dos palabras que dan nombre a mi último proyecto musical: Búfalo Vil.

El caso es que como si fuera el correcaminos perseguido por el coyote, o la verdad huyendo de Santiago Abascal, decidí grabar unos temas en tiempo récord y acompañarlos con unos videoclips de idénticas características: premura y osadía. Aquí os dejo uno de los artefactos, el que he dedicado a mi bienamado Feijoo. No lo toméis por lo que no es, el amor a veces se expresa por caminos inexcrutables como los caminos del señor del espacio ese que se esconde tanto.

Para los más osados, dejo también un link con el resto de tropelías sónicas perpetradas en el estudio de mi casa, con el tiempo como único testigo. Ahora sí que me voy de vacaciones que lo de San Borondón no salió como esperaba. Lanzarote ya no es ese caballero que pretendía a la reina...bueno, sé lo que me digo. Buen verano! ;)         Escucha el E.p. en Spotify





                                      


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