El escritor de Providence fue capaz de crear su propia cosmogonía mientras alcanzaba alguna de las cumbres de la literatura de terror gótico

Los textos de H.P. Lovecraft no están protagonizados por sangre, vísceras y terribles formas de acabar con la vida humana. La literatura de Lovecraft es como el erotismo, en la mayor parte de los casos es mejor sugerir que mostrar. El ideólogo de El libro de los muertos, escribe de una forma que se va adueñando de ti, subrepticiamente, envolviéndote, hasta que cuando te das cuenta, estás inmerso en un mundo oscuro lleno de horrores inimaginables. El don único de este maravilloso escritor, es que una vez en ese punto, no hay posibilidad de retorno. Lo único que deseas es adentrarte más y más en los angustiosos recovecos de la realidad creada por la imaginación del que para mí, sin lugar a dudas, es el mejor escritor de literatura de terror de la historia.

Es muy difícil aspirar a la originalidad a la hora de valorar una obra que lleva camino de cumplir los noventa años, pero no es ese mi objetivo, tan solo traducir en palabras lo que me produce su lectura. Una vez dicho esto, pretendo aunar temeridad y osadía, pilares imprescindibles para construir una vida gozosa, para disertar sobre esta master piece, que diría un anglosajón. Puede que peque de superficial, pero la obvia virtud que uno percibe cuando se acerca por vez primera a esta obra, se resume así: lo bueno, si breve, dos veces bueno. ¿Qué necesidad hay de escribir sin cortapisas si en poco más de cien páginas lo puedes decir todo?

En las montañas de la locura, con el permiso de La sombra sobre Innsmouth, es la única novela del autor. La definición de horror cósmico, del que Lovecraft es precursor si no creador, es este libro mismo. La sensación de irrealidad que recorre mi cuerpo, cuando releo sus páginas, es única. Tan solo la lectura de la obra de Tolkien me produce algo similar, aunque en unos parámetros radicalmente diferentes.

Lovecraft, te descubre, te enfrenta con el sinsentido de la vida. Te lleva de la mano para que contemples como nuestro cosmos es solo un agujero negro, muy oscuro, donde la vida tiene el mismo valor que la muerte. Donde la nada es el todo, y el todo es la nada. La prosa de Lovecraft, a veces caótica, resulta en mi caso altamente absorbente y efectiva, me sumerge en un estado casi onírico.

Es obvia la influencia de Poe en Lovecraft. En esta novela se hace patente la inspiración extraída de Las aventuras de Arthur Gordon Pym, curiosamente también la única novela que escribió Poe.

Si me preguntaran por mi universidad favorita, sin duda alguna respondería que es la de Miskatonic.

Esta es la universidad ficticia donde ejerce el geólogo y profesor William Dyer, quien nos narra en primera persona la expedición a la Antártida realizada en compañía de un grupo de especialistas y sus desastrosas consecuencias. La historia transcurre a lo largo de doce capítulos que, en su momento, me cambiaron la vida, descubriéndome un mundo lleno de pesadillas y entidades primordiales que me fascinó.

Sinceramente, creo que no hay nada más certero que pueda decir respecto a este libro, que corras a una librería, biblioteca o cualesquiera que sea tu fórmula habitual de aprovisionamiento de literatura, y procedas a devorar sus páginas con la fruición que merecen. Ya me lo agradecerás.

Más información: En las montañas de la locura