El líder político conservador hizo gala de su talante mezquino y de su falta de inteligencia
Bien es cierto que estamos descubriendo que su grado de ineptitud es mucho más elevado de lo que sospechábamos. Esta radical y atrevida afirmación tiene una explicación muy sencilla. En Galicia, el Partido Popular y el gobierno de la Xunta de Galicia por extensión, tiene comprada a toda la prensa escrita y a buena parte de la otra; con subvenciones, el colmo de la originalidad. De modo que las declaraciones, las ocurrencias, las diatribas de Feijoo, siempre fueron convenientemente filtradas para ocultar a la ciudadanía que en la cabeza del orensano hay menos neuronas que en una fábrica de hielo localizada en el Polo.
Es incierto que Feijoo sea un buen gestor. Ahí están los números de la comunidad gallega durante su gobierno. Ninguna mejora excepto para la clase más pudiente. De hecho, en algunos campos la gestión del personaje rozó lo desastroso, pero no pasó nada. La televisión pública gallega, que cuenta con varias condenas en su contra así como varias advertencias de organismos europeos, manipula y tergiversa la realidad al antojo de los dirigentes populares de los que Feijoo es cabecilla. La prensa, que como apunté antes, está comprada a base de subvenciones, apuntalaba el trabajo para dar la imagen de una idílica comunidad en la que Feijoo era el dueño y señor. De poco sirvieron las imágenes del excelso Feijoo en compañía del narcotraficante Marcial Dorado en una lancha, testimonio irrefutable de cuando el PP gallego se financiaba en parte gracias a los narcos.
Ayer durante el debate se vio clarísimamente el tipo de persona que es Alberto Nuñez Feijoo: falso y marrullero. Feijoo no tiene ideología, que a mi juicio, es lo peor que se puede decir de una persona. Es demasiado poco inteligente para tenerla. Feijoo tiene deseos, y su deseo actualmente es ser presidente del gobierno de España para seguir incrementando su patrimonio y el de quienes lo apoyan.
Sabedor de que su talla intelectual es baja, y de que su argumentario se basa en falsedades y medias verdades, Feijoo acudió al debate, a embarrar, a insultar y a seguir con su reguero de mentiras, que amplificadas por la prensa sin escrúpulos que lo apoya, puede llevarle en volandas a la Moncloa si la mayoría de la población continúa adormecida y no reacciona.
Por qué seamos serios, ¿a quién le importa que una ley necesaria y que redunde en beneficio de la ciudadanía sea aprobada por uno u otro partido? Lo que necesitamos son leyes al servicio de la ciudadanía que redunden en el interés general de la mayoría de la población, las apoye quien las apoye.
¿De verdad la mayoría de la población es tan imbécil como para preferir hablar de una banda terrorista desaparecida que de la economía o de los perniciosos efectos del cambio climático? ¿Alguien se imagina al garrulo este intentando balbucear en inglés ante los líderes de otras naciones? Él, que promovió desde la Xunta el trilingüismo, y que no sabe decir ni si en inglés.
Feijoo es una persona ignorante y falsa. Ahora está por ver qué porcentaje de la sociedad española también lo es y lo demuestra apoyando al galán de Os Peares y a sus paleolíticos compañeros de cama, Vox.
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