Nina Kulagina fue una mujer empoderada
No he podido resistirme al burdo juego de palabras. Sin embargo, Nina Sergeyevna Kulagina decía poseer poderes extraordinarios. ¿Pero de veras los tenía?
Kulagina nació en 1926 en la ciudad rusa de Leningrado. Con tan solo 14 años fue operadora de radio en el tanque T-34 del ejército rojo, durante el asedio de las huestes de Elon Mus...digoo, nazis, a su ciudad. Durante los novecientos días que duró el sitio, tuvieron que soportar unas condiciones extremas de frío, hasta cuarenta grados bajo cero, y alimentarse con exiguas raciones de pan y agua. La ciudad tenía cortado el suministro eléctrico. Por cierto, es curioso que se te congele la comida si la dejas fuera del refrigerador, pero eso es lo que allí pasaba. A todo esto, los proyectiles y bombas alemanas, no dejaban de caer sobre una población que sufrió lo indecible para derrotar al invasor. Sobra decir que pocas experiencias pueden forjar tu carácter de un modo tan radical.
La carrera militar de Kulagina terminó después de ser gravemente herida, cuando ya había alcanzado el rango de sargento mayor. Ni corta ni perezosa, dejó el ejército y se casó con un ingeniero naval con el que tuvo un hijo.
En 1964, durante una hospitalización provocada por una crisis nerviosa, Kulagina mataba el tiempo cosiendo. Un acto intrascendente que, sin embargo, fue el desencadenante de lo que vendría después. Fue aquí cuando los médicos pudieron comprobar, estupefactos, cómo Kulagina metía la mano en la cesta de la costura para coger hilo de un determinado color sin necesidad de mirar. Casi apostaría a que lo mismo hacía mi abuela sin darse tanta importancia, pero me sobra arrogancia y me faltan pruebas.
A partir de aquí, Kulagina aceptó ser sometida, cuál conejillo de indias, a diversos experimentos dirigidos por parapsicólogos rusos. En uno de estos eventos, celebrado el 10 de marzo de 1970, Kulagina intentó acelerar el ritmo cardíaco de un médico escéptico respecto a sus poderes. Monitorizaron el ritmo cardíaco de ambos hasta que comprobaron que, al cabo de un par de minutos, el corazón del médico se aceleraba de un modo muy peligroso. Reto conseguido, pero decidme, ¿acaso nadie conoce a una mujer capaz de acelerar los latidos del corazón de un hombre?
Un tiempo más tarde, la grabación en vídeo de este experimento llegó a manos del Departamento de Defensa de Estados Unidos. Esta es la manera políticamente correcta de decir que la C.I.A. se hizo de un modo seguramente ilícito, con el citado vídeo. El contenido del testimonio visual sorprendió a los norteamericanos, que comenzaron a investigar los poderes de Kulagina.
En ese mismo año, en el Instituto Militar de Ukhtomskii fue capaz de detener el corazón de una rana que previamente había sido extirpado del anfibio. El órgano se encontraba inmerso en una solución que podía mantenerlo latiendo durante una hora. Kulagina fue convenientemente monitorizada, de modo que pudieron comprobar el drástico aumento de su ritmo cardíaco durante los siete minutos que tardó en detener el corazón del anfibio.
Esto abrió la veda para que ambas superpotencias, en su afán de espiar lo que hacia el otro, intentaran hacerlo por vía psíquica. Aquí tenemos una prueba irrefutable de una actividad profundamente arraigada en la especie humana: el cotilleo.
Podría añadir que el marido de Kulagina aseguraba que cuando esta se enfadaba, podían llegar a moverse objetos sin causa aparente, o incluso romperse. Aquellos que tengáis pareja, sea hombre o mujer, no encontraréis nada extraño en esta supuesta "extraordinaria capacidad". Mucha gente en Rusia pensaba que Kulagina mentía. En una publicación de 1987, el periódico Pravda, la llegó a calificar de fraude. Ella presentó una demanda por difamación y la ganó. Sea como fuere, Kulagina murió a los 96 años por causas naturales el 11 de abril de 1990. Se llevó a la tumba su secreto, o sus extraordinarias capacidades, ¿quién sabe? Yo, desde luego, no. No obstante, los buenos ratos que pasa uno leyendo estas historias, ¿qué? ;)
En la época de la guerra fría ambos bandos experimentaron con los poderes telepáticos. Saludos
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