Mientras escribo esto, sea lo que sea, escucho el último y definitorio disco de The Bo Dereks, muy apropiadamente titulado Working Class Rock and roll. Antes de nada, no descarto que mientras escucho el mentado disco, esté escribiendo esto. Ahí lo dejo para los amantes de la filosofía.
En
su cuarto redondo, el trío gallego nos sigue obligando a movernos
involuntariamente a ritmo de genuino rock and roll sin trampa ni
cartón. Eso sí, aderezado con las certeras letras de Óscar
Avendaño y su energética forma de lanzarlas al mundo. Absolutamente
recomendado e imposible no detenerse en la anécdota que da origen a
uno de los misiles del trabajo. Solo puede pasar en Galicia que un
sacristán, el día en que sus paisanos le homenajean con una comida
por su jubilación, levante su copa y brinde al grito de: ¡Viva
Cristo, me cago en dios!!
No encuentro, tal vez por desconocimiento o ignorancia, ninguna conexión entre el fiscal general del estado y la música, más allá de sus gafas a lo John Lennon, obvio. Aun así, no me quejaría si algún desaprensivo del género que sea, le tildara pomposamente como “el último punk rocker”. Visto el circo, tanto mediático como judicial, que se ha formado por su causa, que no por su culpa. No descartemos que vaya a hacer este hombre más por destapar las vergüenzas de la tendenciosa justicia española (UCO incluida) que todas las letras de Eskorbuto, R.I.P., S.A. y La Polla Récords juntas. No porque sea más fácil hablar (o cantar, berrear…) que hacer, que lo es; o por falta de intención, que dudo que esta fuera la del fiscal de mirada ausente y gafas a lo Lennon.
Como decía un famoso locutor de radio rockera, cambiemos diametralmente de onda y vayamos de visita a la web de la RAE, a su diccionario en concreto.
Hurto: Tomar o retener bienes ajenos contra la voluntad de su dueño, sin intimidación en las personas ni fuerza en las cosas.
No está mal. Vamos para bingo. En la caja de entrada de texto de una IA anónima (porque no voy a decir cuál), le suelto: ¿Qué significa Hurtado?
La diligente inteligencia artificial, que de inteligencia tiene poco y de artificial todo, me responde, después de una pretendidamente sesuda explicación, que la palabra en cuestión tiene un significado similar a “el que hurta” o “el que escabulle”.
Abstrayéndonos de qué personajes tan siniestros como Miguel Ángel Rodríguez, alias “el lingotazos”, Ayuso alias “Respiro de milagro”, o su pareja, Alberto “voz de pito suicida”, figuran en el reparto de esta comedia judicial como protagonistas, existe un matiz que no es tal, que se nos está pasando por alto.
Teniendo en cuenta que la peña esta es muy fan de todo lo religioso, eso sí, en plan outfit, porque luego se la suda lo que signifique o lo que no, procedo con un razonamiento pillado por los pelos, pero no exento de verdad. Si una señora como IDA gobierna una comunidad con el voto de una buena parte de la población de la misma, no hay nada imposible.
El tal Jesuscristo, dicen que dijo, y me expreso así porque ni siquiera está claro que existiera, esta frase: Por sus frutos los conoceréis.
Con ella pretendía denunciar a los falsos profetas, porque según él, no se trata de conocer a alguien por su nombre, sino por sus acciones.
No me digas más. No solo le doy la razón al melenas, sino que voy a ir más lejos. El juez Hurtado no solo obra de una forma tendenciosa y diría que ilegal (ese registro…), si no que joder, ¡estamos tontos! ¡Se apellida Hurtado! Sí, ya te lo dice él. Entró en la judicatura sin aprobar oposición alguna, por arte de magia, tú sabes.
Recapitulemos, tenemos acciones malas, nombre mal, y cara de hijo puta, ¿qué más pruebas necesita alguien minimamente cuerdo?
Que, por cierto, el tema que abre el disco de The Bo Dereks, “Tanto gilipollas(y tan pocas balas)”, además de ser mi favorito del disco, la letra lo clava. ¡Lo clava!

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